"El perfume es una dimensión interior de la feminidad que, sobre todo, expresa de una manera particular aquello que no se podría decir de otro modo."
Sofía Loren.-
El arte de extraer perfumes se practica desde tiempos inmemoriales; se coloca el origen en los países de Oriente: India, Arabia, etc. por el siglo XIII a. C. Las sustancias aromáticas desempeñaron un papel esencial en la civilización egipcia, mediante la utilización de: fumigaciones -colocación de especias, frutos o resinas sobre el calor- y bálsamos y ungüentos -mirra, bayas de enebro, pistacho, etc. que se machacaban y tamizaban para luego cocinarlos conjuntamente con miel.
Las fumigaciones eran utilizadas preferentemente para las ofrendas a los dioses, y los aceites perfumados o ungüentos, se aplicaban sobre la piel tanto con fines cosméticos como terapeúticos.
En un comienzo eran guardados en vasijas de cerámica con forma de animales, luego aparecieron el metal y el cristal. Fueron los egipcios los primeros que utilizaron los perfumes para su cuidado personal.
Fuente: http://perfumes.index.es/
Desde su connotación:
La palabra perfume proviene del latín per fumare: producir humo. Durante la Edad de Piedra los hombres, quemaban maderas aromáticas con lo que se producía un atractivo olor que invitaba a la conquista y el encuentro.
Elige un perfume teniendo en cuenta tu personalidad.
Para las románticas, nada mejor que los aromas dulces, cálidos y orientales; este último también para las personalidades introvertidas es el más indicado.
Si eres una chica extrovertida, dinámica y decidida, opta por los florales, los aromas frescos, la lavanda y los cítricos.
Para las personas seguras de sí mismas, que siempre buscan el refinamiento y la independencia, los aromas florales son los que mejor les va.
Si tu personalidad es alegre, espontánea y simpática, te convienen los aromas frutales y florales.
Las personas maduras los aromas frescos y naturales.
Para las chicas discretas los aromas marinos y frescos.
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